
BIOPSIA DE MAMA ESTEREOTÁXICA GUIADA POR MAMOGRAFÍA
Biopsia
Los estudios de diagnóstico por imágenes como la mamografía y la resonancia magnética (IRM), generalmente en combinación con otros exámenes físicos de la mama, pueden indicarle al médico que una persona posiblemente padece cáncer de mama. Sin embargo, la única forma de saberlo con seguridad es tomar una muestra de tejido de la zona posiblemente afectada y examinarla con un microscopio.

La biopsia es una operación menor que se hace para extraer tejido de una zona específica del cuerpo. Si tu médico palpa algo sospechoso en tu mama o encuentra algo sospechoso en un estudio por imágenes, te indicará que te hagan una biopsia. Un patólogo (un médico que se especializa en el diagnóstico de enfermedades) analiza la muestra de tejido para ver si hay células cancerosas o no. Si el patólogo detecta la presencia de cáncer, procede a analizar sus características. En base a la biopsia, el patólogo elabora un informe con todos sus hallazgos.
La biopsia suele ser un procedimiento sencillo. En los Estados Unidos, solo alrededor del 20 % de las mujeres que se someten a una biopsia son diagnosticadas con cáncer. En Suecia, por el contrario, donde la contabilidad de costos es mucho más estricta y solo se realizan biopsias en las lesiones de aspecto más sospechoso, el 80 % de ellas resultan ser cancerosas (malignas).
Técnica de Biopsia
Existen distintas técnicas para realizar una biopsia, y posiblemente tu cirujano intente utilizar el procedimiento menos invasivo: aquel que implique la menor incisión y la menor cantidad de cicatrices. No obstante, la elección del procedimiento en definitiva depende de cada situación. La biopsia puede efectuarse pasando una aguja a través de la piel hasta la mama para extraer la muestra de tejido. O puede ser un procedimiento quirúrgico menor que consiste en cortar a través de la piel para extraer todo el tejido sospechoso o parte de él.
Biopsia con aguja gruesa
En la biopsia con aguja gruesa se utiliza una aguja hueca más grande que en la aspiración con aguja fina. Para este tipo de biopsia, hay que acostarse boca abajo. Una vez que la mama ha sido adormecida con anestesia local, el cirujano o radiólogo utiliza la aguja hueca para extraer varias muestras cilíndricas de tejido de la zona posiblemente afectada. En la mayoría de los casos, el médico debe introducir la aguja entre 3 y 6 veces para obtener muestras suficientes. Generalmente, la biopsia con aguja gruesa no deja cicatrices.
Si el cirujano o radiólogo no puede palpar la lesión a través de la piel, puede utilizar alguna técnica de diagnóstico por imágenes, como la biopsia guiada por ecografía o la biopsia estereotáctica con aguja. También puede insertar una grapa metálica pequeña dentro de la mama para marcar la ubicación de la biopsia en caso de que el tejido resulte canceroso y sea necesario otro procedimiento quirúrgico. Esta grapa permanece dentro de la mama ya que no es nociva para el cuerpo. Si la biopsia justifica una cirugía posterior, la grapa se quitará en ese momento.
de ofrecerte resultados rápidos sin dejarte cicatrices significativas ni causarte incomodidad, tanto la aspiración con aguja fina como la biopsia con aguja gruesa te permiten evaluar opciones de trataAdemás miento junto al médico antes de cualquier intervención quirúrgica. En algunos casos, la biopsia con aguja puede efectuarse en el consultorio, a menos que el médico necesite la ayuda de equipos de diagnóstico por imágenes para guiarla. No obstante, la biopsia con aguja implica un mayor riesgo de obtener un resultado “falso negativo”, que indica que no hay cáncer cuando en realidad está presente. Esto suele suceder porque la biopsia con aguja extrae una cantidad menor de tejido que la biopsia quirúrgica y puede que no tome las células cancerosas. Tu médico puede recomendarte una biopsia quirúrgica como seguimiento de una biopsia con aguja o en lugar de ella. Juntos, deben decidir qué es lo mejor para tu situación específica.

Biopsia mamaria asistida por vacío
La biopsia mamaria asistida por vacío, también conocida por los nombres comerciales Mammotome o MIBB (biopsia mamaria mínimamente invasiva), es una nueva técnica de biopsia mamaria. A diferencia de la biopsia con aguja gruesa, que consiste en introducir una aguja varias veces a través de la piel, la biopsia asistida por vacío utiliza una sonda especial que solo debe insertarse una vez. A su vez, el procedimiento permite extraer más tejido que las biopsias con aguja gruesa.
Para este tipo de biopsia, debes acostarte boca abajo en una camilla que tiene aberturas circulares específicas para colocar las mamas. En primer lugar, se aplica una inyección de anestesia local para adormecer la mama. El cirujano o radiólogo utiliza una mamografía (biopsia estereotáctica) o una ecografía como referencia para colocar la sonda dentro de la zona de la mama posiblemente afectada. A continuación, el vacío succiona el tejido hacia el interior de la sonda. Un dispositivo cortador giratorio extirpa una muestra de tejido y la impulsa a través de la sonda hacia una zona de recolección. En ese momento, el cirujano o radiólogo puede girar la sonda para tomar otra muestra de la lesión sospechosa. Este procedimiento puede repetirse entre 8 y 10 veces para obtener suficientes muestras de la zona afectada.

Además de ofrecerte resultados rápidos sin dejarte cicatrices significativas ni causarte incomodidad, tanto la aspiración con aguja fina como la biopsia con aguja gruesa te permiten evaluar opciones de tratamiento junto al médico antes de cualquier intervención quirúrgica. En algunos casos, la biopsia con aguja puede efectuarse en el consultorio, a menos que el médico necesite la ayuda de equipos de diagnóstico por imágenes para guiarla. No obstante, la biopsia con aguja implica un mayor riesgo de obtener un resultado “falso negativo”, que indica que no hay cáncer cuando en realidad está presente. Esto suele suceder porque la biopsia con aguja extrae una cantidad menor de tejido que la biopsia quirúrgica y puede que no tome las células cancerosas. Tu médico puede recomendarte una biopsia quirúrgica como seguimiento de una biopsia con aguja o en lugar de ella. Juntos, deben decidir qué es lo mejor para tu situación específica.
Biopsia de aspiración con aguja fina
La aspiración con aguja fina (AAF) es el método de biopsia menos invasivo y no suele dejar cicatrices. Para este procedimiento, hay que acostarse boca abajo. En primer lugar, se aplica una inyección de anestesia local para adormecer la mama. El cirujano o radiólogo utiliza una aguja fina hueca para extraer una muestra de células del área posiblemente afectada. En la mayoría de los casos, el médico puede palpar el bulto y así guiar la aguja hacia el lugar indicado.
En los casos en que el bulto no se palpa, es posible que el cirujano o radiólogo tenga que utilizar técnicas de diagnóstico por imágenes para guiar la aguja hacia la posición indicada. Esto se denomina biopsia guiada por ecografía si se utiliza una ecografía, o biopsia estereotáctica con aguja si se utiliza una mamografía. En el primer caso, el médico observa la aguja en el monitor del ecógrafo para llevarla hacia la zona correspondiente. En el segundo caso, se toman mamografías desde diferentes ángulos para determinar la ubicación de la masa mamaria. Luego, el médico introduce la aguja hueca para extraer la muestra de células.

A veces, se coloca una pequeña grapa metálica para marcar la ubicación de la biopsia en caso de que sea necesaria una nueva biopsia en el futuro. Esta grapa permanece dentro de la mama ya que no produce dolor ni daño alguno. Si la biopsia justifica una cirugía posterior, la grapa se quitará en ese momento.
La biopsia asistida por vacío es cada vez más común, pero sigue siendo un procedimiento relativamente nuevo. Si vas a someterte a este tipo de biopsia, asegúrate de que el cirujano o radiólogo esté capacitado para utilizar el equipo.